«El origen del mal»

A medida que se multiplica la humanidad y con ello el sufrimiento, se intensifican los dolores y las penas. Vivimos en una atmósfera sombría y de desesperación, ésto debido a nuestros ojos clavados en la tierra, con todas sus groseras manifestaciones físicas y materiales. Si en vez de esto, el hombre, en su viaje por la vida, mirara no hacia el cielo, sino dentro de sí mismo, y centrara su punto de observación en el hombre interno, entonces escaparía pronto de los “anillos de la gran serpiente de la ilusión”. Su vida, desde la cuna hasta la tumba, sería entonces soportable y digna de vivir, aun en sus peores fases.»

Articulo «El Origen del Mal,
H. P. Blavatsky.

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