
Buenas Noches.

«El que quiere entrar en el reino divino,
primero debe entrar en el cuerpo de su madre, y morir en él.»
-Paracelso-
El acrónimo VITRIOLUM, utilizado en la literatura alquímica, está formado por la expresión latina «Visita Interiora Terrae Rectificando Invenies Occultum Lapidem Veram Medicinam», que significa «Visita el interior de la tierra, y rectificando encontrarás la piedra escondida que es la verdadera medicamento».
El alquimista minando la tierra. Minar o adentrarse en la tierra es el primer paso en el proceso alquímico. La tierra es el cuerpo o uno mismo. Entrar en la tierra es igual a entrar en tu interior.
Así somos invitados a descender a la tierra, al inframundo, o al inconsciente. La tierra es el símbolo del hombre físico. El hombre necesita tomar conciencia de su mundo interior, quién es, qué está haciendo, cuáles son sus motivos, etc.
Una vez que la atención se dirige hacia adentro, se abre un mundo completamente nuevo.
Este descenso también se llama ‘regressus ad uterum’, ‘el regreso al útero’, un término que se usa a menudo.
Es un retorno simbólico a un estado primario particular del ser que cada hombre lleva en su inconsciente colectivo. En lo profundo del hombre, en la oscuridad de su psiquis, están las causas u orígenes de las acciones del hombre.
Los pueblos primitivos realizaban sus iniciaciones en la oscuridad o bajo tierra, como en cuevas. En Egipto las iniciaciones se realizaban en las pirámides o en las criptas subterráneas de los templos. En Persia estaba principalmente en cuevas, con los indios nativos en chozas especiales.
En alquimia, cuando se trabaja con metales (simbólicos), se utiliza el plomo como material inicial. En general, plomo significa impureza, el cuerpo impuro o el hombre impuro.
Después de que el alquimista ha entrado en la tierra, debe rectificar, ¿Qué quiere decir esto? Rectificar su verdadera naturaleza y plenitud».
El alquimista debe purificarse de toda ‘suciedad’, de toda su ‘escoria’. Tiene que lavar ‘el cuerpo’ para mejorarlo y mejorarlo. Los metales tienen que ser purificados de los ‘elementos externos, impuros y destructivos’. Los metales aquí pueden verse como las emociones.
El hombre puede alcanzar la salvación desconectándose de las cosas temporales que le hacen desviarse del verdadero camino.
Orden Hermética de la Aurora Dorada
Jorge Dalai Dandy
Hay esperanza después de la desesperación y muchos soles después de la oscuridad.
Cuando despiertes a tu armonía innata con Dios,
verás que todas las cosas están ya fluyendo
dentro y como la misma armonía única.
Aquello que atestigua la armonía,
¿puede estar aparte de esa armonía?
¿Hay espacio para un testigo separado
fuera de la armonía? ¿Es la armonía una función?
¿Es esta armonía algo siendo percibido dualísticamente,
o es una revelación espontánea emanando
del Ser indivisible?
-Mooji.
When you awaken to your inherent harmony with God,
you will see that all things are already flowing
within and as the same singular harmony.
That which witnesses harmony,
can it be apart from that harmony?
Is there room for a separate witness outside
of the harmony? Is harmony a function?
Is this harmony something being perceived dualistically,
or is it a spontaneous revelation emanating out of
the indivisible Self?
Elvira Lindo.
«La deslealtad a uno mismo
no se suele advertir en el
presente, se camufla de
malestar, de ansiedad difusa,
porque éstas son sensaciones
mucho más fáciles de llevar«.
Mario Alonso Puig.
«La gratitud nos hace felices porque son raras las ocasiones en que se nos hace visible; toda delicadeza nos produce un efecto saludable, y para mí, naturaleza fría y mesurada, aquella superabundancia de sentimiento significaba algo nuevo, agradable y felicísimo».
Literland.
➖Trataremos de estar muy alertas, muy atentos, de manera que lo que hemos visto y lo que hemos aprendido no se convierta en un recuerdo con el que miramos, el cual es ya una distorsión. —Miremos cada vez como si fuese la primera vez. Mirar, observar «lo que es» con recuerdos, quiere decir que la memoria dicta, modela o dirige nuestra observación, la que, por lo tanto, ya está deformada.
(Krishnamurti).