Meditación.
Mal podrás relajarte si entiendes la meditación como un esfuerzo para llegar a algún lugar o te empeñas en conseguir el éxito. Mira por la ventana. Quizás veas, ahí fuera, un tilo o un roble. El árbol es hermoso y sano y no tiene que hacer el menor esfuerzo para ser él mismo. El árbol simplemente es, natural, verde y estable. Quizás se trate de un árbol que crezca en la ladera de una montaña, una montaña fuerte y sólida que sostiene, sin necesidad de tensión ni esfuerzo alguno, toda forma de vida. Tú también, cuando practicas la meditación sentada, eres estable y sólido como una montaña. Esto es algo que puedes practicar diciendo:
«Inspiro y me veo como una montaña. Espiro y disfruto de mi solidez».
TNH