A complete Zodiac on the ceiling of the Columned Hall…

Descubriendo por primera vez la vista del zodiaco 
del techo del hall de columnas desde el lado sur del 
templo de Esna.
Esto se produjo durante el trabajo de la grabación, documentación, restauración y exhibición de los 
colores originales del templo llevados a cabo por la 
Misión Arqueológica Egipcia Alemana entre el Centro Arqueológico Egipcio y la Universidad de Toppingen.
Se ha encontrado por primera vez un zodiaco completo 
en el techo de la sala Columned desde el lado sur del 
templo de Esna.
Esto se produjo durante el proyecto de grabación, documentación y restauración del templo para mostrar 
sus colores originales, que está siendo llevada a cabo 
por la misión arqueológica conjunta egipcia-alemán 
entre el Centro Egipcio de Registro de Antigüedades 
y la Universidad de Tübingen.

Isaac Jauli Davila

«Somos chispas de luz conscientes…»

Más allá del cuerpo…más allá del alma..
Somos chispas de luz conscientes y eternas experimentando en multitud de galaxias, planetas y realidades.
Que temporalmente nos encontremos en la Tierra no significa que nuestra estancia aquí vaya a prolongarse  eternamente.
Se experimenta de planeta en planeta, de sistema en sistema, de galaxia en galaxia.. Somos eternos viajeros kósmicos.
Encarnamos en este planeta a través de una decisión interna, con el fin de experimentar, aprender y crecer en consciencia.
Tal vez hayamos encarnado aquí cientos de veces. 
Tal vez se trate de nuestra primera vida... En cualquier caso, el plan de experiencias de nuestro Ser es perfecto y todos nos marcharemos de este planeta con la plena satisfacción de haber cumplido nuestro cometido, aunque en la Tierra, ahora, nos parezca difícil de asimilar y comprender.
En el ámbito de las semillas estelares, almas autoconvocadas y de su “procedencia”, se escucha frecuentemente decir  soy de las Pléyades, o de Arcturus, o de Andrómeda, o de Sirio…
Pero, realmente, la Mónada no es de ningún lugar, es un peregrino kósmico, el eterno peregrino, el eterno caminante.
Se han vivido muchas experiencias, en algunos mundos más que en otros, pero se tiene más presente, el recuerdo (inconsciente) más reciente, visto desde la encarnación actual terrestre.
Siempre es aconsejable abordar este tema desde una perspectiva abierta y tomar conciencia de nuestra tendencia a identificarnos con el "nacionalismo espiritual", es decir, creer que únicamente somos de un planeta o galaxia, idealizarlo y anhelando volver al lugar de origen.
Esto puede estar justificado en las primeras décadas de nuestra existencia y, de hecho, es común en muchas personas, pues la añoranza por otros lugares puede llegar a ser muy grande, pero cuando tomamos conciencia de que en realidad todo el Kosmos es nuestro hogar y de que fuimos nosotros quienes decidimos estar aquí en esta época, la perspectiva cambia y comienza a ser necesario aceptar que ahora estamos aquí con un propósito: hacer de la Tierra un lugar parecido a los lugares que recordamos.
TU PATRIA ES EL KOSMOS INFINITO
Estamos para crear algo nuevo y contribuir con nuestra presencia y energía al crecimiento de la consciencia en el planeta (pacíficamente y dejando a un lado la violencia dual y la superioridad del ego espiritual, que siempre está en guerra contra alguien y quejándose de todo).
Todos somos diferentes y hemos estado en muchos lugares, pero a la vez todos formamos parte de lo mismo.

ALTA CONSCIENCIA

REIKI MEM VAV MEM

Chac Mool y el mito de la Atlántida.

A finales de la década de 1890, como los Estados Unidos se estaban convirtiendo en una potencia industrial, sus científicos y exploradores fueron redescubriendo el antiguo pasado de la tierra y siguiendo el rastro a las olvidadas civilizaciones alrededor de nuestro planeta. Uno de estos exploradores fue Augustus Le Plongeon, un norteamericano de origen francés que, después de leer las hazañas de Stephens y Catherwood en Incidentes de viaje en Centroamérica, Chiapas y Yucatán, partió para explorar México y las ciudades mayas de la península de Yucatán.

Fotógrafo consumado y topógrafo, Augustus llegó a Mérida, México (capital de Yucatán) en 1875, y junto con su esposa Alice hizo planes para visitar una serie de importantes ruinas mayas.  Antes de ir a ninguna parte, tuvo que disponerse una escolta armada para la protección contra bandidos, rebeldes mayas, y la milicia yucateca, grupos que estaban combatiendo en la llamada Guerra de Castas que llevaba varios años desestabilizado la región. A pesar de los peligros, viajaron primero a Uxmal y después a Chichén Itzá, realizando algunas de las primeras fotografías de los monumentos de estos lugares.

En Chichén Itzá, Augustus hizo que sus trabajadores limpiaran amplias zonas de la acrópolis central para poder fotografiar mejor los monumentos. Estas imágenes inspirarían más adelante a varios científicos notables como Edward Thompson, un arqueólogo norteamericano, quien, con el apoyo de la institución Carnegie, llevó a cabo las primeras excavaciones a gran escala y labores de consolidación de la antigua ciudad.

Símbolos y jeroglíficos de antiguas civilizaciones

Sintiendo curiosidad por la lengua maya, Augusto hizo que maestros de la zona le instruyeran en la lengua maya de Yucatán para ayudarle en su investigación encaminada a comprender los símbolos decorativos y jeroglíficos mayas que cubren numerosos edificios y murales. Masón de alto nivel que había viajado a lo largo y ancho del Próximo Oriente y Egipto, Le Plongeon creía que los egipcios dinásticos fueron influenciados por antiguos exploradores mayas y gentes de la Atlántida, escribiendo profusamente sobre sus teorías.

Augustus Le Plongeon y algunos de sus trabajadores posan junto a una colección de esculturas mayas cerca de la pirámide principal de Chichén Itzá, (1875). Fotografía publicada en ‘A Dream of Maya’, libro de Lawrence Gustave Desmond (aportada por el autor)

En la década de 1890 y a principios del siglo XX, antes de la introducción de las técnicas de datación por carbono-14, los científicos estaban estudiando el origen de las antiguas civilizaciones mediante el análisis comparativo, y creían que el período Formativo Maya se habría iniciado en torno al 1500 a. C. (hace 3.500 años.)  La mayoría de los arqueólogos más destacados de entonces inmediatamente desacreditaron a Le Plongeon y despreciaron su trabajo como una locura sin sentido. Pero es posible que Le Plongeon fuera detrás de algo que sólo podemos apreciar hoy en día.

Antigua ingeniería: constelaciones de estrellas y alineamientos de energía

Los mayas veneraban su historia y santificban a las generaciones anteriores. Notables complejos de pirámides y otros edificios fueron construidos sobre los cimientos y azoteas de la arquitectura existente con el fin de mantener la correcta constelación de estrellas y los alineamientos de energía. Hoy contamos tan sólo con una rudimentaria comprensión de por qué estas prácticas se mantuvieron, centradas en las temporadas de siembra, cosecha, etcétera. Pero una reciente investigación ha desvelado un sorprendente descubrimiento.

Los mayas aplicaban la ciencia y se basaban en la ingeniería para construir sus pirámides, que recogían y amplificaban los campos geomagnéticos emitidos de forma natural por la Tierra. John Burke, en su libro Seed of Knowledge, Stone of Plenty (“Semilla del conocimiento, piedra de la abundancia”), medía estos campos telúricos (corrientes del planeta Tierra) descubriendo que los complejos de pirámides fueron deliberadamente diseñados y construidos sobre estos vórtices. Obviamente, los antiguos mayas eran tecnológicamente y científicamente muy avanzados, y durante miles de años desarrollaron una civilización poderosa y culturalmente rica que influyó en gran parte del mundo antiguo.

La grandiosa antigüedad de los mayas – Le Plongeon posa sentado en una escultura de Chac-Mool extraída de una profundidad de más de tres metros en Chichén Itzá. Del libro ‘A Dream of Maya’. (Fotografía aportada por el autor)

Le Plongeon creía que aquellos antiguos mayas pusieron los cimientos de la civilización que admiramos hoy en día, y que según sus interpretaciones colonizó lo que hoy es Yucatán, México, hace más de 11.500 años. Para proteger las reliquias del pasado, los sacerdotes enterraron objetos y documentos importantes de aquellas épocas, entre ellos una gran estatua

Una importante figura del pasado

A través de su desciframiento de un dintel de la puerta en unas antiguas ruinas de Chichén Itzá, Le Plongeon descubrió que bajo ‘La plataforma de las águilas y los jaguares’, un pequeño edificio en forma de pirámide cercano a la Acrópolis principal, encontraría una importante figura del pasado.

Con solo ramas de árbol y unos pocos obreros, el investigador excavó hasta más de tres metros de profundidad, encontrando una gran estatua de un hombre reclinado. Tallada en granito y con un peso de cerca de 800 libras (363 kilogramos), la figura luce un tocado inusual, con extraños paneles laterales cubiertos de jeroglíficos que se extienden hacia abajo sobre sus orejas. Su cabeza está girada 90 grados respecto a su cuerpo, y está apoyado sobre sus codos. Con los brazos descansando sobre su vientre, sus manos sostienen un recipiente redondo. Ciertos arqueólogos han atribuido la figura a la cultura tolteca del centro de México, ya que se encontró una escultura reclinada similar en Tula, su capital. Un plato grande o insignia cubre la mitad superior del pecho de la estatua, idéntico a los que pueden observarse en las enormes esculturas de pie que encontramos en Tula en la cima de la pirámide B.

¿Quién era Chac-Mool? -La estatua de Chac-Mool tal y como podemos contemplarla hoy en día en el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México. (Fotografía aportada por el autor)

Le Plongeon llamó a la estatua ‘Chacmool’, poderoso guerrero, para simbolizar a un soldado caído en combate llevando ofrendas a los dioses. Se trata de una tosca obra de arte, en la que el escultor talló apresuradamente la pieza con un rostro simple e inexpresivo, y un cuerpo que no es el típico de las muy refinadas esculturas que encontramos desde los primeros mayas. Resulta curioso que Le Plongeon llamara Chacmool a la figura. La escultura no viste nada que pueda ser considerado propio de un guerrero. Se trata de un rey, noble o sacerdote del pasado. ¿Podría esta figura ser el mítico Kukulkán, portador de conocimiento, superviviente del Gran Diluvio, quien habría regresado para refundar la civilización?

Escultura del juego de pelota del asentamiento postclásico de Mixco Viejo, Guatemala. Esta figura representa a Kukulkán, con sus fauces abiertas, y la figura de un guerrero humano surgiendo de su boca. (Simon Burchell/CC BY-SA 3.0)

El culto a Kukulkán

Los arqueólogos creen que el culto a Kukulkán facilitaba las comunicaciones y el comercio pacífico entre pueblos de características étnicas y sociales muy diferentes, y que se centraba originalmente en la antigua ciudad de Chichén Itzá, extendiéndose más adelante al altiplano de Guatemala y otras regiones de Centroamérica. Los aztecas tenían una figura similar llamada Quetzalcóatl, dios que da nombre a una de las pirámides de Teotihuacán.

Detalle del Templo de los Guerreros de Chichén Itzá en el que podemos observar una estatua de Chac-Mool. (Bjørn Christian Tørrissen/CC BY-SA 3.0)

Aunque el nombre de Kukulkán es conocido en toda Centroamérica, contamos con pocos documentos (si es que existe alguno) que nos digan quién era y permitan desvelar su legado. Algunos han especulado que el plato que la figura sostiene sobre su vientre podría haber contenido mercurio líquido, un elemento que por medio de su reflejo metálico sería utilizado para observar los cielos o para propósitos adivinatorios.

Sea cual sea el significado de su postura reclinada, esta figura fue importante para los primeros mayas, y quizás también para otras culturas mesoamericanas. Se han desenterrado pequeñas reproducciones (figuritas) de Chac-Mool en todo Yucatán y lo que hoy es México, estatuillas que revelan que la figura era deificada y posiblemente utilizada en ceremonias religiosas

Fotografía de la cabeza de una estatuilla de Chac-Mool – colección privada del autor.

Se han encontrado abundantes ejemplos de esculturas de Chac-Mool en toda Mesoamérica, desde Michoacán en México hasta El Salvador. Los ejemplos más antiguos datan del período Clásico Terminal de la cronología mesoamericana (c. 800 d. C. – 900 d. C.). Aunque Le Plongeon encontró el Chac-Mool más grande, otros catorce Chac-Mool fueron descubiertos en Chichén Itzá, y doce en Tula.  En Chichén Itzá, sólo cinco de las catorce esculturas fueron confirmadas con seguridad en sus respectivos contextos arquitectónicos, las de el Castillo, el templo de Chac-Mool, la Columnata norte, el Templo de las Mesitas y el Templo de los Guerreros. El resto de ellas fueron descubiertas enterradas dentro o cerca de estructuras importantes. El Chac-Mool de Tula, más pequeño, es casi idéntico a la versión de Chichén Itzá excepto por el cuchillo atado a su brazo.

Sangre para el dios de la sangre

Siglos más tarde, el Chac-Mool sería utilizado por degeneradas civilizaciones mesoamericanas, incluidas las últimas generaciones de los mayas, para representar a un dios de sangre. En su versión azteca, la vasija sobre el vientre del Chac-Mool se convirtió en un Cuauhxicalli (cuenco de piedra destinado a contener corazones humanos), y la divinidad fue responsable de un culto religioso que provocó la muerte de decenas de miles de hombres, mujeres y niños, marcando uno de los períodos más siniestros de la historia de la humanidad.

Refundando la civilización

A medida que los arqueólogos continúan descubriendo asentamientos mayas más antiguos en toda Centroamérica, un punto ha quedado claro. Fueron los mayas y no los olmecas los grandes maestros, los que influyeron en cierto número de antiguos nativos en gran parte de lo que hoy son México, Honduras y Guatemala. El Chac-Mool podría haber sido una de muchas figuras importantes que siguieron a lo que parece haber sido un gran diluvio (y cambio a nivel planetario) que destruyó gran parte de la población humana en toda Mesoamérica. Los mitos nativos describen una figura (o figuras) que difunde información sobre agricultura, astronomía, desarrollo cultural y las ciencias para ayudar a construir un nuevo mundo para los supervivientes. Creo que mientras continuemos excavando y descifrando más de los monumentos mayas que han llegado hasta nosotros, descubriremos nuevas pruebas de esta afirmación y conseguiremos comprender mejor a éste y otros importantes individuos que influyeron en el pasado.

Imagen de portada: Estatua del dios Chac-Mool situada en el interior de una de las cámaras de la pirámide de Kukulcán en Chichén Itzá, México (Dominio público); detalle.

Referencias

Lawrence Gustave Desmond, Phyllis M. Messenger. A Dream of Maya: Augustus and Alice Le Plongeon in nineteenth century Yucatan. Albuquerque: University of New Mexico Press, 1988.

Augustus Le Plongeon. Sacred Mysteries Among The Mayas And The Quiches, 11,500 Years Ago: Their Relation To The Sacred Mysteries Of Egypt, Greece, Chaldea And India. Freemasonry In Times Anterior To The Temple Of Solomon. Publisher: CreateSpace Independent Publishing Platform (April 8, 2013)

Augustus Le Plongeon. Queen Móo and the Egyptian Sphinx (Classic Reprint). Publisher: Forgotten Books (May 9, 2017)

Fuente:

La tierra de «MU».

Hace mucho, mucho tiempo, en el -Océano Pacífico- había un continente cuya tierra tenía muchas pequeñas ensenadas de agua que lo rodeaban y que se cree que se extendía desde el norte de Hawái hacia el sur hasta las Fiji y la Isla de Pascua. —Se llamaba la tierra de ‘Mu’. —Los tibetanos se referían a este continente como «Ra-Mu» en sus inscripciones en tablillas y los americanos lo llaman «La tierra madre perdida de Mu». —El célebre médium [‘Edgar Cayce’], que tenía —>acceso a los registros lémures*] que los romanos utilizaban para describir los espíritus de sus antepasados muertos. —“Madame Blavatsky”, se refiere a los lemurianos como la tercera «raza raíz» en («La Doctrina Secreta»). —Los atlantes, que siempre han ejercido una misteriosa fascinación entre muchos, también procedían del Océano Pacífico y seguían a los lemurianos. —Sin embargo, hubo un período de —superposición— cuando ambas «razas raíz» estaban en existencia. —En el pasado, Lemuria no parece haber atraído tanto misterio como la Atlántida. —Pero esto está cambiando ahora, —ya que los secretos de Lemuria que exponen el origen del hombre —y la creación en Mu crean —un camino para que —avancemos en el tiempo presente…
▪️Eilyen Feirbairn▪️

La Cultura Paraca.

▪︎ Reconstrucción hipotética de una mujer con el cráneo alargado de la cultura Paracas Los Paracas fueron una importante civilización pre-incaica que se desarrolló en la costa sur del Perú, en el departamento de Ica, entre los años (900 a.C – 200 d.C). Son conocidos como los mejores cirujanos del antiguo Perú por sus famosas […]

La Cultura Paraca.

Las Pléyades.

Las brillantes estrellas de las Pléyades , quizás el cúmulo estelar más famoso del cielo, se pueden ver sin prismáticos, incluso desde del corazón de una ciudad contaminada lumínicamente.
Las Pléyades (que significa «palomas» en griego), también conocidas como Objeto Messier 45, Messier 45, M45, Las Siete Hermanas o Cabrillas, Los Siete Cabritos, es un objeto visible a simple vista en el cielo nocturno con un prominente lugar en la mitología antigua, situado a un costado de la constelación Tauro.

La Atlántida.

La Atlántida, la isla perdida de Platón, podría estar en España

Un equipo de científicos ha descubierto unas estructuras y anillos que coinciden con las descripciones del filósofo griego

Washington. (EFE).- La Atlántida, el paraíso perdido que describió el filósofo griego Platón y que desapareció tras un gran maremoto, podría estar en España, según una investigación que comenzó hace cinco años con unas fotos satelitales.

Los textos de Platón sitúan la Atlántida frente a las Columnas de Hércules, lugar atribuido al estrecho de Gibraltar que señalaba el límite del mundo conocido, y la describen como una isla más grande que Libia y Asia juntas.

Humedales del Parque Natural de Doñana Propias

Durante años, científicos y aficionados a la arqueología han reclamado haber encontrado la Atlántida, uno de los más recientes fue un ingeniero aeronáutico del Reino Unido Bernie Bamford, quien en 2009 dijo haberla encontrado utilizando el buscador Google Ocean, parte de Google Earth y que resultó ser un mapa del suelo oceánico.

Sin embargo, después de dos años de investigación, un equipo internacional en el que participó el profesor Richard Freund de la Universidad estadounidense de Hartford (Connecticut), cree que ha localizado la isla perdida en el parque nacional de Doñana (Huelva), según contó hoy a EFE.

«Hemos descubierto un patrón geológico que no suele encontrarse en la naturaleza», aseguró Freund, que explicó que la estructura y la disposición de las grandes rocas detectadas demuestra que ha habido intervención el hombre y podrían ser los restos de la antigua isla.

La investigación, que cuenta con el apoyo de National Geographic ha sido seguida por el canal especializado en ciencia, que ha recreado el descubrimiento en un documental que se difundirá en Estados Unidos mañana martes 15 de marzo a las (24.00 GMT) y que llegará a España en junio.

Según contó Freund, en 2003, un equipo de científicos alemanes, dirigidos por Werner Wickboldt descubrió en unas imágenes satélite del mar Mediterráneo unas estructuras rectangulares y varios anillos concéntricos que coinciden con las descripciones de la isla del filósofo griego.

Entre las imágenes llamó la atención una de la marisma de Hinojos en la que destacan dos estructuras rectangulares y los restos de varios anillos concéntricos que las habrían rodeado, tal y como indicó el filósofo griego en sus escritos «Timeo» y «Critias».

Usando la descripción de Platón como guía y las fotografías satélite de lo que parece que es una ciudad sumergida justo al norte de , Freund y el equipo internacional trató de localizar esa isla que tenía 925 metros de diámetro y estaba rodeada por varias estructuras circulares, algunos de tierra y otros de agua.

Para determinar las coordenadas exactas de la isla, que según los historiadores fue sepultada bajo el agua por una gran inundación provocada por un tsunami, han utilizando una combinación de tecnología submarina, radar de profundidad del suelo y cartografía digital.

El equipo de arqueólogos e historiadores dirigido por Freund se centró en las mediciones terrestres y marcaron el lugar donde excavar, hicieron análisis con carbono y confirmaron que en las capas correspondientes a la Edad de Bronce hay señales de que hubo una violenta tormenta o un tsunami en la zona.
Otro de los equipos, liderado por los profesores de la Universidad de Huelva (España) Juan Antonio Morales y Claudio Lozano se centró en la medición de las formaciones geológicas que podrían pertenecer a la zona de la antigua bahía de Tartesos.

Además, los análisis de radiocarbono hechos en Madrid y en Miami (Florida) indicaron que la fecha límite para que hubiera habido un asentamiento en el parque nacional de Doñana es el 2.500 antes de Cristo, que coincide con la aproximación hecha por los historiadores.

El científico alemán Wickboldt apuntó en su investigación que podría ser que los griegos confundieron el vocablo egipcio para costa y lo tradujeran como isla al transmitir la historia a las generaciones siguientes, lo que confirmaría este descubrimiento.

«Jorge Bonsor, quizás el arqueólogo más importante de España de principios del siglo XX ya estuvo buscando en la década de 1920 en el parque de Doñana la Atlántida por lo que éste era un lugar famoso para buscar un sitio famoso», señaló Freund.

Fuente:

La Vanguardia.

EL CALENDARIO AZTECA 😍.


El calendario azteca estaba ubicado en la Gran plaza 
del Gran Tenochtitlan, muy probablemente en una 
pirámide dedicada al dios de la guerra y los dioses 
de la lluvia. 
La pirámide permaneció enterrada hasta 1790 para 
"evitar la deificación" cuando fue demolida por 
exploradores. Los investigadores, León y Gama, 
comenzaron su primer trabajo en el calendario. 
El calendario azteca o "Cuauhxicalli" 
(nido del águila) también se llamaba 
la Piedra del Sol. 
Se desconoce el verdadero origen del calendario.

Pozo de 88 pies.

Este pozo de 88 pies de profundidad se encuentra en la tierra de Quinta da Regaleira, cerca de la ciudad de Sintra, Portugal.
El pozo nunca se usó como pozo y, de hecho, nunca se construyó para servir como un recurso hídrico en absoluto.
En realidad, fue construido con fines ceremoniales secretos.

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