"Vera mi pequeña Amelie, usted
no tiene los huesos de cristal,
podrá soportar los golpes de la
vida, si usted deja pasar esta
oportunidad con el tiempo su
corazón se irá haciendo seco y
frágil como mi esqueleto.
¿A que espera?
ande, vaya a por él"Amelie.
Cuando #AntonioMachado cruzó la frontera del exilio con su madre, su hermano José y su esposa, solo disponían de una camisa. El equipaje se perdió en la hecatombe de la retirada. José y Antonio se turnaban en su uso. José bajaba a comer con ella. Después se la cedía a Antonio.
Carta de una anciana encerrada en una residencia de ancianos. “Tengo 82 años, 4 hijos, 11 nietos, 2 bisnietos y una habitación de 12 pies cuadrados”. Ya no tengo casa ni mis cosas queridas, pero tengo quien ordena mi cuarto, me prepara comida y me hace la cama, me revisa la presión y me pesa.Ya no tengo la risa de mis nietos, no puedo verlos crecer, abrazarlos; algunos de ellos vienen a verme cada tres o cuatro meses; otros, nunca”. “No sé cuánto me quedará, pero tengo que acostumbrarme a ésta soledad; hago terapia ocupacional y ayudo a los que están peor que yo, aunque no quiera apegarme demasiado: a esta edad desaparecemos muy frecuentemente. Cuando estoy sola puedo mirar fotos de mi familia y algunos recuerdos que traje de casa. Fotos de tiempos que no volverán, eso es todo lo que tengo. Y muchas ganas de llorar. Espero que las próximas generaciones entiendan que la familia está construida para tener un mañana, que aprendan a darle nuestros padres en la vejez el mismo tiempo que ellos nos dieron para criarnos.
Por los que se fueron… Para los que estamos y los que llegarán.
No en todas las batallas, obstáculos ó ataques, lo lograrás solo.
Siempre lo hemos dicho; el crecimiento es individual, pero hay una cosa muy importante; y es que no le darás el valor a ir acompañado en este crecimiento; hasta que llega un ataque fuerte; uno de esos que son para probar tú voluntad, tú firmeza y tú discernimiento. Es ahí donde valoras el apoyo de otr@ Guerrer@.
El peor engaño en el que puedes caer (y muchos ya han caído) es el creer que puedes recorrer este camino solo.
Créeme que no es así siempre llegará un momento en el que necesitarás el apoyo y el auxilio de otros guerreros, por eso debes discernir constantemente para saber hasta dónde puedes tú solo y cuando es momento de pedir ayuda.
Hubo quienes necesitaron ayuda y no la pidieron, no notaron en que instante fue que se los llevaron. Así, como no notan como se van fragmentando de nuevo; y perdiendo a su guerrer@.
Por eso ten presente que no estás solo; cuando las pruebas y las batallas sean muy duras, ayudarás y serás ayudado.
«Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire. El que agradece que en la tierra haya música. El que descubre con placer una etimología. Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez. El ceramista que premedita un color y una forma. El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le [agrada. Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto. El que acaricia a un animal dormido. El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho. El que agradece que en la tierra haya Stevenson. El que prefiere que los otros tengan razón. Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.»
Gloria Fuertes nació en Madrid a los dos días de edad, pues fue muy laborioso el parto de mi madre que si se descuida muere por vivirme. A los tres años ya sabía leer y a los seis ya sabía mis labores. Yo era buena y delgada, alta y algo enferma. A los nueve años me pilló un carro y a los catorce me pilló la guerra; A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía. Aprendí a regatear en las tiendas y a ir a los pueblos por zanahorias. Por entonces empecé con los amores, -no digo nombres-, gracias a eso, pude sobrellevar mi juventud de barrio. Quise ir a la guerra, para pararla, pero me detuvieron a mitad del camino. Luego me salió una oficina, donde trabajo como si fuera tonta, -pero Dios y el botones saben que no lo soy-. Escribo por las noches y voy al campo mucho. Todos los míos han muerto hace años y estoy más sola que yo misma. He publicado versos en todos los calendarios, escribo en un periódico de niños, y quiero comprarme a plazos una flor natural como las que le dan a Pemán algunas veces.
-Gloria Fuertes- Poema “Autobiografía”. Mi favorito de ella ❤️
Un día, mientras mendigaba en una pobre aldea, el Buda se encontró con unos niños que jugaban en el polvo. Estaban construyendo toda una ciudad con barro y arena, con su muralla, almacenes, casas y hasta un río. Cuando el Buda y los monjes que lo acompañaban se acercaron, uno de los niños los vio y dijo a sus compañeros, “El Buda se acerca pidiendo limosna. ¿Qué limosna le daremos nosotros?” A los demás niños les gustó la idea, pero dijeron, ¿Y qué podemos ofrecerle nosotros? Solo somos niños.” El primer niño contestó: “Hay mucho arroz almacenado en nuestra ciudad de barro. Podemos darle algo de eso al Buda.”
Los otros niños aplaudieron con gusto. Tomaron un puñado de barro de sus almacenes y lo pusieron en una hoja limpia. El primer niño tomó la hoja en sus manos, se arrodilló ante el Buda y le dijo, “Todo el pueblo de nuestra ciudad de barro os da la bienvenida y os ofrece este arroz para vuestro sustento y el de vuestros monjes. Le rogamos lo acepte.”
El Buda sonrió, le acarició la cabeza y declaró, “El arroz que me habéis dado es el más valioso que he recibido de los comerciantes. Lo conservaré siempre.” Luego se volvió a su discípulo Ananda y le dijo, “Ananda, guarda por favor esa ofrenda y cuando volvamos al monasterio la mezclaremos con agua y la emplearemos para revocar las paredes de mi celda.” Luego se sentó con los niños y comenzó a contarles historias.
(Thich Nhat Hanh, Old Path White Clouds, Full Circle, Delhi 1991, p. 391)
🍃¿Qué Hace Una Bruja Sabia, Cuando Se Siente Rota?
Limpia, limpia su casa, ordena sus espacios, tira cosas que no sirven o ya no necesita, un ambiente desordenado ayuda a tener ideas desordenadas, mientras que un ambiente limpio y ordenado ayuda a clarificar nuestra mente, a apaciguar nuestro corazón y nos llena de paz y armonía.
Copia en su grimorio todos esas recetas con hierbas y plantas curativas que tiene en borradores, pero no ha pasado en limpio.
Recarga sus cristales con intenciones de sanación, amor propio y transmutación de energías negativas a positivas.
Camina, se reconecta con el ambiente que le rodea y con sus energías. Toma un baño purificador (sólo agua y sal gruesa)
Toma una vela blanca entre sus manos, cierra los ojos y visualiza cómo transfiere a la vela el dolor, la tristeza, el enojo o cualquier otro sentimiento que la esté lastimando y después la prende hasta que se consuma por completo.
Prepara un té de canela o hierbabuena y siente como la energía reconfortante de estas especias la llenan y la recargan.
Estas son algunas cosas que puedes hacer cuando te sientas rota, respetando tu proceso pero ayudándote de la magia que reside en ti para sanarte.
Mirar esos sentimientos a los ojos, reconocerlos y enfrentarlos, hará que tu proceso de sanación sea más fácil y más profundo.
Medita, no tengas miedo de viajar a tu interior y encontrarte de frente con tu tristeza o tu dolor.
Un hombre se sentó en una estación de metro de Washington DC y comenzó a tocar violín, una fría mañana de enero; tocó seis piezas de Bach durante aproximadamente 45 minutos. Durante ese tiempo, ya que era hora de pico, se calcula que alrededor de 1,100 personas cruzaron la estación, su mayoría, en camino al trabajo.
•
Tres minutos se pasaron cuando un hombre de mediana edad notó al músico, ralentizado el paso y se detuvo por unos segundos, pero siguió después su recorrido para no llegar tarde.
•
Un minuto después, el violinista recibió su primer dólar, una señora tiró el dinero sin siquiera parar y siguió su camino.
•
Unos minutos después, alguien se detuvo a la pared para escucharlo, pero mirando el reloj reanudó la marcha. Estaba claramente atrasado para el trabajo
•
Quien prestó mayor atención fue un niño de 3 años. Mamá lo traía por la mano, apurada, pero el niño se detuvo para mirar al violinista. Por fin, mamá lo sacó con más fuerza y el niño siguió caminando, girando la cabeza varias veces para ver al violinista. Esta acción fue repetida por varios otros niños. Todos los padres, sin excepción, obligaron a los niños a continuar.
•
En los 45 minutos en que el músico tocó, sólo 6 personas pararon por un tiempo. Alrededor de 20 le dieron dinero pero continuaron en su paso normal. Tomó unos 32 dólares. Cuando dejó de tocar y el silencio se ocupó del lugar, nadie se dio cuenta. Nadie aplaudió, ni hubo ningún tipo de reconocimiento.
•
Nadie sabía que este violinista era Joshua Bell, uno de los músicos más talentosos del mundo. Tocó algunas de las piezas más elaboradas una vez escritas en un violín de 3,5 millones de dólares.
•
Dos días antes de tocar el metro, Joshua Bell agotó un teatro en Boston, donde cada lugar costó un promedio de 100 dólares.
•
Esta es una historia real, Joshua Bell tocó incógnito en la estación de metro en un evento organizado por el Washington Post que formaba parte de una experiencia social sobre percepción, gustos y prioridades.
•
La pregunta era: en un lugar común, en una hora inapropiada somos capaces de percibir la belleza? Paramos para disfrutar? Reconocemos el talento en un contexto inesperado?
•
Una de las posibles conclusiones que se pueden sacar de esta experiencia puede ser: “Si no tenemos un momento para parar y escuchar a uno de los mejores músicos del mundo tocar hermosa música, cuántas otras cosas estaremos perdiendo…?"
#NoresteNoticias