Museo Egipcio del Cairo.
Amenhotep IV.
Paz.
Sé selectivo en
tus batallas, a
veces es mejor
tener PAZ que
tener la razón.Planta con derecho a vivir.
Anoche me encontré esta planta en la basura, me parece demencial que alguien tire una planta solo por que no es bonita, ya no sirve de adorno,. Solo está descuidada, y ha nacido una palmera, en la misma maceta y está todo mezclado, solo con quitar todo lo seco, podarla un poco e intentar sacar la palmera a otra maceta, solo con eso podrá seguir viviendo. Es muy triste que se trate así a las plantas, 5 minutos más y hubiese acabado en el camión de la basura, hoy estaría triturada con el resto de la basura. No se que os parece a vosotros esto, si queréis comentar…
Y esta noche cenamos …
Deja de querer cambiar a la gente.
Deja de querer
cambiar a
la gente.La Colleja de la Semana.Borja Vilaséca.
Bondad.
Entusiasmo.
Nachos.
Deliciosos
La Gratitud.
El libro de la vida.
La revolución interior
Lo verdadero sólo puede ser descubierto de instante en instante; no es una continuidad, pero la mente que desea descubrirlo, siendo ella misma producto del tiempo, sólo puede funcionar en el campo del tiempo; por lo tanto, es incapaz de descubrir lo verdadero.
Conocer la mente implica que ésta debe conocerse a sí misma, ya que no existe un «yo» aparte de la mente. No hay cualidades separadas de la mente, tal como las cualidades del diamante no están separadas del diamante mismo. Para comprender la mente, usted no puede interpretarla conforme a la idea de alguna otra persona, sino que debe observar cómo funciona en totalidad su propia mente. Cuando conoce todo su proceso: la manera como razona, sus deseos, sus motivos, ambiciones y búsquedas, su envidia, su codicia, su miedo, entonces la mente puede ir mas allá de sí mismo, y cuando lo hace, existe el descubrimiento de algo totalmente nuevo. Esa calidad de lo nuevo genera una pasión extraordinaria, un entusiasmo tremendo que da origen a una profunda revolución interior; sólo esta revolución interior puede transformar el mundo; no lo hará ningún sistema político o económico.
Vol. VIII Krishnamurti.
Mi Esencia 