No bastan cerraduras ni cementos…

Miguel Hernández

No me pongas obstáculos que tengo que salvar, no me siembres de cárceles, no bastan cerraduras ni cementos, no , a encadenar mi sangre de alquitrán inflamado capaz de despertar calentura en la nieve.

𝐘 𝐓𝐔𝐕𝐄 𝐐𝐔𝐄 𝐀𝐂𝐄𝐏𝐓𝐀𝐑…


Que no sé nada del tiempo…
que es un misterio para mí…
y que no comprendo la eternidad…
Yo tuve que aceptar
que mi cuerpo no sería inmortal, 
que él envejecería y un día se acabaría.
Que estamos hechos de recuerdos y olvidos; 
deseos, memorias, residuos, ruidos, susurros, 
silencios, días y noches, pequeñas historias y 
sutiles detalles.
Tuve que aceptar que todo es pasajero y transitorio.
Y tuve que aceptar que vine al mundo para hacer 
algo por él, para tratar de dar lo mejor de mí, 
para dejar rastros positivos de mis pasos antes 
de partir.
Yo tuve que aceptar que mis padres no durarían 
siempre, y que mis hijos poco a poco escogerían 
su camino y proseguirían ese camino sin mí.
Y tuve que aceptar que ellos no eran míos, como 
suponía, y que la libertad de ir y venir, es 
también un derecho suyo.
Yo tuve que aceptar que todos mis bienes me fueron 
confiados en préstamo, que no me pertenecían y que 
eran tan fugaces como fugaz era mi propia existencia 
en la tierra.
Y tuve que aceptar que los bienes quedarían para uso 
de otras personas cuando yo ya no esté por aquí.
Yo tuve que aceptar que barrer mi acera todos los 
días no me daba garantía de que era propiedad mía, 
y que barrerla con tanta constancia solo era una fútil ilusión de poseerla. 
Yo tuve que aceptar que lo que llamaba “mi casa” 
era solo un techo temporal, que un día más, 
un día menos, sería el abrigo terrenal de otra familia.
Y tuve que aceptar que mi apego a las cosas, solo haría 
más penosa mi despedida y mi partida.
Yo tuve que aceptar que los animales que quiero, y los árboles que planté,
mis flores y mis aves, eran mortales. 
Ellos no me pertenecían. 
Fue difícil, pero tuve que aceptarlo.
Yo tuve que aceptar mis fragilidades, mis limitaciones, 
y mi condición de ser mortal, de ser efímero.
Yo tuve que aceptar que la vida continuaría sin mí, y 
que al cabo de un tiempo me olvidarían.
Humildemente confieso que
tuve que librar muchas batallas para aceptarlo.
Y tuve que aceptar que no sé nada del tiempo, que es un misterio para mí.
Que no comprendo la eternidad
y que nada sabemos sobre ella.
¡Tantas palabras escritas, tanta necesidad de explicar, entender y comprender este mundo y la vida que en él 
vivimos!
Pero me rendí y acepté lo que tenía que aceptar y así 
dejé de sufrir. 
Deseché mi orgullo y mi prepotencia y admití que la naturaleza trata a todos 
de la misma manera, sin favoritismos.
Yo tuve que desarmarme y abrir mis brazos para reconocer 
la vida como es, reconocer que todo es transitorio,
y que funciona mientras estemos aquí en la tierra.
¡Eso me hizo reflexionar y aceptar,
y así alcanzar la paz tan soñada¡

𝙃𝙖𝙯 𝙙𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙚 𝙫𝙞𝙖𝙟𝙚 𝙖𝙡𝙜𝙤 𝙪́𝙣𝙞𝙘𝙤 𝙮 𝙛𝙖𝙣𝙩𝙖́𝙨𝙩𝙞𝙘𝙤.
De La red.

Cerebro e intestino.

En la publicación de ayer detallemos la importancia de cuidar nuestro cerebro y después de vuestras peticiones, os prometo que hablaré más sobre neurociencia, la ciencia que estudia las funciones de nuestro cerebro, pero antes de nada, es imprescindible remarcar nuevamente la importancia de nuestro segundo cerebro, el intestino.

La gestión del estrés es esencial, no solo para intentar aminorar síntomas clásicos de ansiedad o nerviosismo, sino también por su repercusión a nivel sistémico.

Como vemos en la imagen:

📌 El estrés afecta al cerebro aumentando el riesgo de alteraciones conductuales, ansiedad, depresión, disfunción cognitiva y dolor visceral.

📌 El cerebro está interrelacionado con nuestro intestino y nuestra microbiota

📌 La microbiota y el cerebro comparten mensajes neuronales, endocrinos e inmunológicos

📌 El eje intestino-cerebro repercute a otros sistemas (neuroendocrinos, neuroinmunológicos, en nuestro sistema nervioso autónomo y entérico) pudiendo aumentar el riesgo de enfermedades gastrointestinales, enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa e infecciones entéricas.

📌 La microbiota, el intestino y el cerebro comparten mecanismos cuando tenemos un buen entorno bacteriano, si existe una disbioisis (alteración de la comunidad bacteriana) repercutirá negativamente a nuestra salud

Viendo estos datos no es de extrañar como ciertas cepas de probióticos pueden ejercer efectos beneficiosos para la ansiedad y la depresión (una de mis preferidas el Lactobacillus rhamnosus).

En próximas publicaciones entenderemos la importancia de cambios en nuestro estilo de vida para optimizar nuestra función cerebral y os hablaré también de algunos nootrópicos (sustancias capaces de amplificar las capacidades cognitivas y que se encuentran de forma natural en algunos alimentos y plantas o también de forma sintética en suplementos).

La verdad absoluta…

”H.P.B.”

➖Sabemos que *paralizando los sentidos de nuestra personalidad •••inferior ~ ‘la voz de nuestra alma puramente fisiológica’, que depende de su vehículo, el cerebro físico ~ el hombre animal, que reside en nosotros, —puede dar paso al ‘Hombre Espiritual’. —En ese caso, una vez que están activos, los sentidos y —las percepciones espirituales experimentan un desarrollo simultáneo. —Esta es la práctica actual de los grandes adeptos, los Yoguis…
—Antes de que el hombre pueda estar en posesión de una verdad absoluta, —necesita conocerse a sí mismo logrando las ‘percepciones internas’, que nunca engañan… —La verdad absoluta es el símbolo de la •••eternidad, y —así como la mente finita es incapaz de comprender lo ‘eterno’, así ninguna verdad *perfecta podría desarrollarse —en esa mente física.

Cuando la mente está serena…

➖Llegar a la fuente con las manos vacías... 
—No es difícil que advenga la compasión cuando 
el corazón está lleno con las astutas cosas de 
la mente. —Es la mente con sus exigencias y 
temores, sus apegos y rechazos, sus 
determinaciones e impulsos, la que destruye el amor. 
¡Cuán difícil es ser sencillos respecto de todo 
esto! —No necesitamos filosofas y doctrinas para 
ser amables y bondadosos. —Los eficientes y 
poderosos del país se organizaran para alimentar 
y vestir a la gente, para suministrarle albergue 
y cuidados médicos. —Esto resulta inevitable con 
el rápido incremento de la producción; es la 
función de un gobierno bien organizado y de una 
sociedad equilibrada. —Pero la organización no 
origina generosidad del corazón y de la mano. 
—La generosidad proviene de una fuente muy 
distinta, —una fuente mas allá de toda medida. 
—La ambición y la envidia la destruyen tan 
firmemente como el fuego quema. —Esta fuente 
debe ser alcanzada, pero uno tiene que llegar 
a ella con las manos vacías, sin plegarias, 
sin sacrificios. —Los libros no pueden enseñarnos 
acerca de esta fuente, —ni hay gurú que pueda 
conducirnos a ella. —Esta fuente no puede 
alcanzarse mediante el cultivo de la virtud 
-si bien la virtud es necesaria-, ni por medio 
de la capacidad y la obediencia. —Cuando la 
mente está serena, sin movimiento alguno, la 
fuente está (*ahí*). —La serenidad carece de 
motivo, —está libre del impulso por el «más»

 ▪️Krishnamurti▪️

«Hacia la paz interior».

Practicando el método de la respiración consciente cuando inspiramos y espiramos dejamos de pensar; porque decir
«Dentro» y «Fuera» no es pensar.
«Dentro» y «Fuera» son solo palabras que nos ayudan a concentrarnos en nuestra respiración. Inspirar y espirar es un estimulante rápido.
Nos recuperamos a nosotros mismo y podemos sentir las cosas bellas que nos rodean en ese preciso instante.
Ni el pasado ni el futuro están ya ahí.
Si no volvemos sobre nosotros mismos en el momento presente no podemos estar en contacto con la vida.
Solo manteniendo el contacto con los elementos estimulantes, curativos y relajantes que están, bien en nuestro interior,
bien en nuestro entorno, podemos aprender a mimarlos, protegerlos y multiplicarlos.
Esos elementos de pacificación están a nuestro alcance en todo momento.


Thich Nhat Hanh
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