Mateo 32 al 44.

32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
34 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,
39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.
41 Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.
42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

Las Diez Virgenes.

Las diez vírgenes.

1 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. 2 Cinco de ellas eran insensatas y cinco eran prudentes; 3 porque las insensatas, al tomar las lámparas, no tomaron consigo aceite, 4 pero las prudentes tomaron aceite en las vasijas juntamente con sus lámparas. 5 Y tardándose el esposo, todas cabecearon y se durmieron. 6 Pero a la medianoche hubo un clamor: ¡He aquí el esposo, salid a su encuentro! 7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. 8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, pues nuestras lámparas se están apagando. 9 Pero las prudentes respondieron, diciendo: Id más bien a los que venden y comprad para vosotras mismas, no sea que no haya suficiente para nosotras y vosotras. 10 Pero mientras iban a comprar, llegó el esposo, y las preparadas entraron con él a la fiesta de bodas, y fue cerrada la puerta. 11 Luego, las otras vírgenes también llegan diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12 Pero él respondiendo, dijo: En verdad os digo que no os he conocido. 13 Velad pues, ya que no sabéis el día ni la hora.

Mateo 25.

Eclesiastés 12.

1 En los días de la juventud acuérdate de tu Hacedor, antes de que vengan los días malos y lleguen los años en que dirás: No tengo ya contento;’

2 antes de que se oscurezca el sol, la luna y las estrellas, y vengan las nubes después de la lluvia;’

3 cuando temblarán los guardianes de la casa y se encorvarán los fuertes, y cesarán de trabajar las muelas porque son pocas, y se oscurecerán los que miran por las ventanas,

4 y se cerrarán las puertas de fuera, y se debilitará el ruido del molino, y cesará la voz del ave y debilitarán la suya todas las hijas del canto;’

5 y habrá temores en lo alto y tropezones en el camino, y florecerá el almendro, y se pondrá pesada la langosta, y se caerá la alcaparra, porque se va el hombre a su eterna morada y andan las plañideras en torno a la plaza;’

6 antes que se rompa el cordón de plata y se quiebre el platillo de oro, y se haga pedazos el cántaro junto a la fuente, y se caiga al fondo del pozo la polea,

7 y se torne el polvo a la tierra que antes era, y retorne a Dios el espíritu que El dio. Vanidad de vanidades, dijo el Cohelet, y todo vanidad.

8 Vanidad de vanidades, dijo el sabio, y todo vanidad.

9 El Cohelet, además de ser sabio, enseñó al pueblo la sabiduría. Estudió, investigó y compuso muchas sentencias.

10 Procuró el Cohelet decir cosas agradables y escribir rectamente palabras de verdad.

11 Las palabras del sabio son como aguijones y como clavos hincados de que cuelgan provisiones, y todas son dadas por un solo pastor.

12 No busques, hijo mío, más de esto, que el componer libros es cosa sin fin y el demasiado estudio fatiga al hombre.

13 El resumen del discurso, después de oírlo todo, es éste: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque eso es el hombre todo,

14 Porque Dios ha de juzgarlo todo, aun lo oculto, y toda acción, sea buena o mala.

La Biblia.

Evangelio según san Juan.

1
1 Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios,
1 y la Palabra era Dios.
2 Al principio estaba junto a Dios.
3 Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra
3 y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
4 En ella estaba la vida,
4 y la vida era la luz de los hombres.
5 La luz brilla en las tinieblas,
5 y las tinieblas no la recibieron.
6 Apareció un hombre enviado por Dios,
6 que se llamaba Juan.
7 Vino como testigo,
7 para dar testimonio de la luz,
7 para que todos creyeran por medio de él.
8 Él no era la luz,
8 sino el testigo de la luz.
9 La Palabra era la luz verdadera
9 que, al venir a este mundo,
9 ilumina a todo hombre.
10 Ella estaba en el mundo,
10 y el mundo fue hecho por medio de ella,
10 y el mundo no la conoció.
11 Vino a los suyos,
11 y los suyos no la recibieron.
12 Pero a todos los que la recibieron,
12 a los que creen en su Nombre,
12 les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.
13 Ellos no nacieron de la sangre,
13 ni por obra de la carne,
13 ni de la voluntad del hombre,
13 sino que fueron engendrados por Dios.
14 Y la Palabra se hizo carne
14 y habitó entre nosotros.
14 Y nosotros hemos visto su gloria,
14 la gloria que recibe del Padre como Hijo único,
14 lleno de gracia y de verdad.
15 Juan da testimonio de él, al declarar:
15 «Este es aquel del que yo dije:
15 El que viene después de mí
15 me ha precedido,
15 porque existía antes que yo».
16 De su plenitud, todos nosotros hemos participado
16 y hemos recibido gracia sobre gracia:
17 porque la Ley fue dada por medio de Moisés,
17 pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
18 Nadie ha visto jamás a Dios;
18 el que lo ha revelado es el Hijo único,
18 que es Dios y está en el seno del Padre.

La Biblia.

Mateo 6:31-33. Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” Los paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
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