Cuando te encuentras con alguien, recuerda que es un encuentro santo.
Como lo ves, te verás a ti mismo. Como lo trates, te tratarás tu mismo. Como pienses de él, pensarás de ti mismo.
Nunca olvides esto, porque en él te encontrarás o perderás.. Todo lo que enseñas lo estás aprendiendo. . . Enseña sólo amor – porque eso es lo que eres «
Cuando te encuentras con alguien, recuerda que se
trata de un encuentro santo.
Tal como lo consideres a él, así te considerarás a ti mismo.
Tal como lo trates, así te tratarás a ti mismo.
Tal como pienses de él, así pensarás de ti mismo.
Nunca te olvides de esto, pues en tus semejantes o
bien te encuentras a ti mismo o bien te pierdes
a ti mismo.
"¡Papá, qué sereno está hoy!
¡Qué silenciosas todas las
cosas encuentran su lugar!
Este es el día que fue
elegido como el momento
en que llego a entender
la lección de que no
necesito hacer nada.
En ti, todas las decisiones
ya han sido tomadas.
En ti todos los conflictos
están resueltos.
En ti, todo lo que espero
encontrar ya me ha sido dado.
Tu paz es la mía. Mi corazón
está quieto y mi mente descansa.
Tu amor es el cielo
y tu amor es el mío."
Reflexión lección 257
“Que no me olvide de mi propósito”. Que no me pierda, ni me entierren de nuevo las ilusiones. Necesito oír esto a menudo, cada rato, para que no me coma la actividad del día. Oír esto me centra y me separa por un instante del miedo. Como si me dijera, -escucha: no eres de aquí, éstas no son tus necesidades, estás distraído, confundido con otro que sufre-. Sí, necesito recordarlo; “Que no me olvide de mi propósito”. -Como un ancla a la realidad, para no entretenerme en tonterías, para despertar del dolor, de los desencuentros... de mis ilusiones. No tengo otro propósito que el de reconocerme-. “Si te olvidas de tu objetivo no podrás sino estar confundido e inseguro acerca de quién eres, y así, tus acciones no podrán sino ser conflictivas”. -Que es justo lo que me ocurre, y mi tiempo transcurre en resolver esas calamidades que provoca mi olvido-.
“No puedes estar al servicio de objetivos con¬tradictorios, y servirlos bien”. -Me recuerda explicándome mi desconcierto-. “Tampoco puedes desenvolverte sin que se abata sobre ti una profunda angustia y depresión”. -A veces, cuando no sé lo que realmente quiero, me agoto-. “Resuelve hoy, por lo tanto, recordar lo que quieres realmente, para así unificar tus pensamientos y acciones de manera que tengan sentido y para llevar a cabo únicamente lo que Dios quiere que hagas este día”. -Estoy dispuesto-.
“Padre, el perdón es el medio que Tú has elegido para mi salva¬ción. No permitas que me olvide hoy de que no tengo otra volun¬tad que la Tuya. Y así, mi propósito tiene asimismo que ser el Tuyo si quiero alcanzar la paz que Tú has dispuesto para mí”. -Amparado por Tu Voluntad, anclado en Ella-.
joseluis