El Tao Te Ching.

El Tao es una vasija vacía.
Pero su contenido nunca se agota.
Insondable, parece ser el origen de todas las cosas.
El Tao suaviza los filos,
desenreda lo enmarañado, atenúa lo brillante, se une con el
polvo.
Está profundamente oculto, pero nunca ausente.
No sé de quién es hijo.
Parece anterior a Dios

Yin y Yang.

Así el Yin Yang son a la vez principios metafísicos y, en forma subordinada, aspectos
de la naturaleza del cosmos, de la especie humana, de los animales, de las plantas y hasta de
las cosas, que no son concebidas como inanimadas, porque llevan fuerzas Yin y Yang
Es la dinámica de la vida universal aun en lo físico, pero debido a su naturaleza
metafísica que depende del orden superior que
es el Tao. Hay un orden de prioridad que se
expresa así:
Tao
Yin
Yang
Algo enigmática aparece la razón por la
cual el Yin receptivo y oscuro antecede
tradicionalmente al Yang, expansivo y
luminoso.
Pensando en el alma-embrión, hay que
tener en cuenta la anterioridad de la situación
subterránea, oscura, de la semilla, del caos, del
huevo, a la del árbol, del orden cósmico, de las
aves y de los seres orgánicos.
Hay que considerar la idea de lo
embrionario, en cuanto tiene en sí, en
principio, todas las virtualidades de sus
desarrollos futuros. Es sabido cómo esta idea
es de suma importancia en el Taoísmo y en su
constante del retorno al caos primordial, que es
una imagen de la unidad indistinta a partir de la
cual se expandió el mundo mediante un
movimiento en torbellino, que hizo que las
cosas individuales (los diez mil seres en
nuestro libro) se desprendiesen en sus distintas combinaciones de Yin y de Yang.
Los textos sobre las ventajas del agua, de la humildad, de la receptividad, de la
oscuridad, de la debilidad —todos símbolos del aspecto Yin—, parecen sugerir que el Te
consiste en elegir el Yin para realizar el Yang.
Los confucianos —que conciben el Yin Yang con menor profundidad— sitúan el Yang
en absoluta superioridad y le confieren también un rasgo de superioridad moral.

TAO TE CHING
LAO TSE

Tao Te Ching.

El Tao que puede ser expresado con palabras
no es el Tao eterno.
El nombre que puede ser pronunciado
no es el nombre eterno.
Lo que no tiene nombre es el principio del cielo y la tierra.
Lo que tiene nombre es la madre de todas las cosas.
La permanente ausencia de deseos
permite contemplar el gran misterio.
La constante presencia de deseos
permite contemplar sus manifestaciones.
Ambos estados tienen un origen común
y con nombres diferentes aluden a una misma realidad.
El infinito insondable es la puerta de todos los misterios. 

El Tao – Libertad.

Todo lo forzado es erróneo. El ser humano ha de vivir libre, sin ataduras. Sólo de esa manera podemos vivir en armonía con el Tao y alcanzar la plenitud. Aquello que nos cuesta, que no nace de la pasión, es erróneo, según Lao-Tsé. El camino del Tao es fluido, fácil, porque está en consonancia con nuestra naturaleza. Si algo nos frena, es probable que debamos replantearnos nuestras premisas, puede que caminemos en la dirección equivocada…
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