MEDITACIÓN

Imagina que al respirar el aire por tu nariz, absorbes la luz que te rodea a través de tus ojos. Mientras retienes el aire en tus pulmones, la luz penetra en tu cerebro donde se expande hacia todas tus células. Entonces expira por la nariz el aire y por los ojos la luz convertida en rayo purificador del mundo.

Alejandro Jodorowsky

Meditación caminando.

MEDITACIÓN
CAMINANDO.

Es
posible caminar con libertad y con firmeza, y llegar al momento presente
en cada paso. Dondequiera que caminemos, podemos practicar la meditación.

Caminar
en meditación significa caminar de tal manera que seamos conscientes de que estamos caminando. Caminamos tranquilamente, disfrutando de cada paso. Nos damos cuenta del contacto de nuestros pies con el suelo y del fluir de nuestra respiración. Nos liberamos de nuestros pensamientos: nuestros lamentos por el pasado, de nuestros miedos y ansiedades sobre el futuro o de nuestras preocupaciones en el presente. Estamos 100% presente en cada paso.

Nos
damos cuenta de contacto entre nuestros pies y el suelo. Y comenzamos a armonizar nuestros pasos con nuestra respiración. Podemos dar dos o tres pasos mientras hacemos una inspiración, y luego tres o cuatro pasos mientras espiramos. Dependerá de tus pulmones y del ritmo natural de tus pasos.

A
medida que continuamos caminando, sincronizando nuestra respiración y nuestros pasos, nos damos cuenta de que todo nuestro cuerpo camina. Podemos relajar cualquier tensión en nuestros hombros o brazos, sentir el milagro que es caminar sobre la Tierra. Podemos abrir nuestros oídos a los sonidos que nos rodean y levantar los ojos para disfrutar de los árboles, el horizonte o las personas que nos rodean. Conscientes de nuestros cinco sentidos, sabemos que he hemos llegado al momento presente. Cada paso puede ser nutritivo y cada paso puede ser curativo.

«He llegado, estoy en casa» significa no quiero correr más. He estado corriendo toda mi vida y no he llegado a ninguna parte. Ahora quiero parar. Mi destino es aquí y ahora, el único momento y lugar donde la verdadera vida es posible.»

Thich Nhat Hanh

Namaste…

4 pasos para empezar a meditar.

4 pasos para empezar a meditar y convertirlo en una rutina diaria

Las claves son elegir un lugar y un momento, y conocer una técnica sencilla pero eficaz de meditación.

meditación

Meditar una vez es fácil. Pero hacerlo cada día es otra cosa. Y si meditar no se convierte en un hábito diario, no se pueden obtener todos los beneficios que procura esta práctica.

Jack Kornfield lleva 40 años meditando y es uno de los principales maestros de la tradición budista en Occidente. Después del éxtasis, la colada (Ed. Los Libros de la Liebre de Marzo, 2001) es uno de sus libros más recomendables y destaca por su manera sencilla y humana de explicar todo lo relacionado con la práctica de la meditación y la espiritualidad.

1. ELIGE EL MOMENTO Y EL LUGAR DONDE VAS A MEDITAR SIEMPRE

Con el mismo estilo nos explica hoy cómo introducir la meditación entre nuestras rutinas diarias, como ducharnos, comer o limpiar la casa. Convéncete de que meditar es un hábito higiénico que te confiere serenidad y bienestar.

La primera recomendación de Kornfield es elegir un lugar adecuado para meditar. Será siempre el mismo. Te lavas en el baño, comes en la mesa, lees en tu butaca y meditas en tu rincón de meditación.

Debe ser un sitio donde sea posible sentarse sin ser interrumpido. Puede ser una de las esquinas del dormitorio o la sala del estar. O cualquier otro lugar que te parezca apropiado en la casa.

Pon en este lugar un cojín de meditación. Elimina los objetos que te recuerden otras actividades y coloca otros que solo asocies con la meditación: un mandala, una vela, una imagen de buda o una lámpara de sal, por ejemplo.

PUEDES COMENZAR CON SOLO 10 MINUTOS

Establece igualmente un momento del día en que te resulte cómodo meditar, teniendo en cuenta tus otras rutinas y tu personalidad. Si eres una persona a la que le gusta madrugar no te costará mucho reservar de 10 a 20 minutos para tu práctica de meditación antes o después del desayuno, por ejemplo.

El tiempo que dedicas a la meditación puede ir aumentando. Puedes alargar la sesión o hacerlo dos veces al día.

Respira profundamente tres veces y observa el viaje del aire y todo lo que sucede en el cuerpo a su paso. Solo observa, no te preguntes, no te ofrezcas respuestas.

Luego respira con normalidad, sigue observando los movimientos de la respiración, siéntete cada vez más relajado.

2. NO TE DEJES LLEVAR POR LOS PENSAMIENTOS

Después de unos minutos, quizá pierdas la concentración y te dejes arrastrar por algún pensamiento que acuda a la mente. En ese momento recupera la atención sobre la respiración.

No pienses en los pensamientos. Simplemente obsérvalos un instante y vuelve a concentrarte en la respiración.

3. RECUERDA TU OBJETIVO

Unos días te resultará más fácil que otros mantenerte meditando los 10-20 minutos previstos. Algún día quizá te convenza el pensamiento de que estás perdiendo el tiempo y es más urgente hacer cualquier otra cosa. Reflexiona y recuerda que meditar es precisamente eso, dejar de hacer cualquier otra cosa.

Después de unas semanas te resultará completamente natural ponerte a meditar y entrar rápidamente en un estado de relajación profunda, conectando en calma con tu unidad cuerpo-mente.

4. HALLA TU POSTURA Y COMIENZA A MEDITAR

La meditación no es un proceso exclusivamente mental, como se cree a menudo: depende del equilibrio relajado del cuerpo.

Existe una relación entre la postura del cuerpo y la actitud de la mente. De ahí que toda tensión corporal innecesaria se traduzca en tensión en la mente, y viceversa.

Por el contrario, si se es capaz de llevar el cuerpo a un estado de alineación, relajación y elasticidad, la mente se empieza a apaciguar y expandir a su vez.

A medida que la persona se vuelve más consciente de su cuerpo, la actividad de su monólogo interior disminuye.

Para meditar, la técnica no es
tan importante como saber interpretar
el espíritu de la meditación,
pero ciertas indicaciones básicas son útiles.

¿CÓMO DEBE SER LA POSTURA PARA FAVORECER LA MEDITACIÓN?

  • Postura cómoda. Nos sentamos con las piernas cruzadas y las manos reposando sobre las rodillas o cómodamente. No hace falta adoptar la postura del loto completa. Si es necesario, se pueden usar cojines para que la pelvis quede por encima de las rodillas, o una silla para sentarse. Si lo hacemos en el suelo, es preferible sentarse sobre una alfombra o esterilla.
  • Espalda recta. Hay que tratar de alinear la columna en torno a un eje vertical imaginario, hasta encontrar el punto en que la gravedad juega a favor de la verticalidad y no en contra. En ese punto, que se reajusta constantemente, se siente la quietud serena de una montaña: estable sin esfuerzo.
  • Entregar el peso. La alineación es importante porque permite entregar el peso del cuerpo a la atracción gravitacional y experimentar la sensación de relajación. A medida que un cuerpo se relaja, se vuelve más elástico: se mueve sutilmente, como un rascacielos o un árbol alto, que de otro modo se quebrarían. Mantener el cuerpo quieto es agotador.

  • Ojos abiertos. En algunas tradiciones los ojos se mantienen abiertos y se mira abajo. Si se es muy sensible a las perturbaciones exteriores, se puede empezar cerrándolos. La lengua toca el paladar.
  • Visualizar y relajar. Se visualizan los diferentes segmentos de la espalda, el cuello y la cabeza como bloques apilados uno encima del otro y se deja que el cuerpo se reajuste y alinee sin esfuerzo.
  • Atención a la respiración. Sentimos la elasticidad del cuerpo al respirar: cómo la columna se alarga al inhalar y recobra sus curvas al exhalar. Dejamos que los puntos de tensión vayan desapareciendo.

Encuentra una postura sobre el cojín en la que puedas permanecer sentado con la espalda recta, pero sin rigidez. El cuerpo debe estar bien apoyado sobre la tierra. Las manos descansan relajadamente. Los parpados se cierran.

Siente cómo se reducen las tensiones en el cuerpo y cómo disminuye la velocidad del pensamiento. Ya no tienes nada en que pensar. Dirige tu atención exclusivamente a la respiración, como si fuera lo único que existe.

claudicabncm

Claudina Navarro Walter

Fisioterapeuta y periodista.

Fuente:

CUERPOMENTE

UNA MEDITACIÓN PURIFICADORA.

Pon la mano izquierda totalmente abierta hacia tu corazón, y es tu corazón el que tienes en la mano, y tu corazón se va a convertir en el centro del mundo. Desde ese centro, a cada palpitar envía un amor que llena al universo entero.
Ahora agrega la mano derecha totalmente abierta sobre tu ombligo, y desde ahí te dices “Yo tomo posesión de mí mismo y de mi sitio, me confundo con el centro vital y me transformo en él.”
Ahora frota tus manos totalmente abiertas sobre todo tu cuerpo mientras dices:
«Limpio las larvas que están pegadas a mí, voy a purificar mi cuerpo. Todo lo que sea pesado, todo lo que sea opaco, todo eso lo limpio. Purifico mis ojos de las imágenes que los han ensuciado. Purifico mis palabras, las que he dicho, las que estoy diciendo, las que diré. Gracias a estas humildes manos, totalmente abiertas, mi cuerpo se vuelve sagrado.”

Alejandro Jodorowsky

La meditación.

La meditacion es un reset biológico a las redes neuronales de tu cerebro. Al reducir el ruido de fondo o redes neuronales que se disparan automáticamente, permite que emerjan pensamientos diferente, sutiles, embrionarios de los cambios que necesitamos. Promueve o posibilita las conexiones entre los hemisferios cerebrales, lo cual a su vez permite la conexión entre lo racional y emocional. Brindándonos esa paz que suele ser descrita por sus practicantes…
Nos aleja de afirmaciones categóricas y nos lleva a la compasión, a la aceptación de las circunstancias que no podemos cambiar y también serenidad para afrontar nuestros retos de manera madura e integral. Nos permite conectar con esa paz que nos fue arrebatada al emerger del reino animal, de la cual tan carente estamos por la vida tan ajetreada de estos tiempos y el exceso de informacion y distracciones.

Por eso en el libro de Goethe, Sidartha al preguntarle al lanchero que qué hacía contemplando el río, él le contesto: lo escucho hablar. Y le dijo que estaría listo para sustituirlo en su tarea de cruzar a las personas del otro lado del río sólo hasta que pudiera escuchar lo de dicen las piedras.

Es, como dicen, entrar en conexión con lo más básico de nuestra existencia. Permitirnos dejar momentáneamente nuestro ego, nuestra personalidad, nuestras construcciones psicosociales y permitirnos disfrutar del placer de sólo SER, sin adjetivos.


Abel Hernández

REALIZACIONES OBTENIDAS POR LA MEDITACION.

—1. Si el estudiante proporciona las correctas condiciones, si se sujeta a las reglas requeridas, si procura lograr la regularidad, la calma y esa concentración interna que constituye el misterio de los Lugares Elevados, llegará, en ciertas ocasiones y con mucha frecuencia, a obtener definidas realizaciones, consistentes en el reconocimiento externo de resultados internos, y serán para él la garantía de que se halla en el correcto sendero. Pero he de indicar una vez más que tales resultados sólo se alcanzan después de prolongada práctica, dura lucha, constante disciplina del triple hombre inferior y servicio consagrado al mundo.

—2. Indicar que la tarea del discípulo consiste siempre en evocar respuesta, y que el momento de la respuesta depende de su celo en el trabajo, de su consagración al servicio y de sus deudas kármicas. (Cuando merezca cierta respuesta se manifestará en sus estrellas, y nada podrá entorpecerla o demorarla). —Tampoco nada puede realmente apresurarla; por lo tanto, el discípulo no necesita perder el tiempo en lamentaciones por falta de respuesta. Su parte consiste en obedecer las reglas, ajustarse a las fórmulas estable- cidas, reflexionar, adherirse inteligentemente a las instrucciones prescritas y trabajar definida y vehementemente parra prestar servicio a sus semejantes.
Cuando haya hecho todo esto, cuando haya acumulado el necesario material vibratorio en los tres cuerpos inferiores, cuando los haya alineado con el cuerpo egoico (‘aunque no sea más que por un breve minuto’), quizás repentinamente pueda ver, oír y sentir una vibración, y entonces por siempre podrá decir que la fe está fusionada con la visión y la aspiración se ha convertido en reconocimiento.

—3. La meditación a menudo es considerada el medio para establecer contacto con el alma. Sin embargo, la gente olvida que este contacto se produce con frecuencia por una actitud reflexiva interna de la mente, por una vida dedicada al servicio y al altruismo y por una determinación de disciplinar la naturaleza inferior, para que llegue a ser un verdadero canal para el alma. Cuando estos tres métodos de desarrollo son plenamente expresados y se convierten en tendencia de la vida o en hábitos permanentes, entonces la meditación puede ser llevada a otro nivel de utilidad y a servir como técnica para el desarrollo de la intuición y la solución de los problemas grupales.

—4. El discípulo y el iniciado están aprendiendo la técnica (“a través de la meditación”) por la cual la Mente de Dios, la Mente Universal, o el proceso reflexivo del Logos planetario, puede ser captada y plasmada. —Para la mayoría, en la actualidad, el conocimiento del pensamiento divino (‘tal como lo registran los discípulos, al actuar en el Plan emergente y al otorgar vivencia al propósito de la vida’)… El Maestro imparte la naturaleza del plan o propósito – de acuerdo a la categoría del iniciado – y el iniciado lo acepta de acuerdo a la Ley de la Libre Obediencia Oculta. Pero el discípulo o el iniciado, no debe siempre esperar que el pensamiento divino le sea transmitido por quienes son más evolucionados que él. Debe aprender a establecer sus propios contactos y a extraer para él de la “nube”. Debe penetrar – sin ayuda – en los procesos mentales de (‘mediante la telepatía e impresionabilidad espiritual permitida’).

—5. Deberían considerar la meditación ahora como un proceso de PENETRACION, efectuada como acto de servicio, con la intención de llevar iluminación a los demás.

—6. El futuro encierra para cada uno y para todo aquel que lucha debidamente, sirve abnegadamente y medita por el método ocultista, la promesa de que conocerán a Quienes tienen pleno conocimiento de aquel que lucha. En esto reside la esperanza del que estudia la meditación. A medida que lucha, fracasa, persevera y laboriosamente repite día tras día, la ardua tarea de concentración y control de la mente, en el aspecto interno están Quienes lo conocen y, con vehemente simpatía, observan el progreso que realiza.

(Referencias: Tratado sobre Fuego Cósmico —Discipulado en la Nueva Era —Los Problemas de la Humanidad).

La meditación.

EL MEDITADOR ES EL PENSAMIENTO. —Reinaba mucha quietud en el amanecer y ni una hoja ni un pájaro se movían. —La meditación que comenzó a desconocidas profundidades y continuaba creciendo en intensidad y alcance, —esculpía el cerebro tornándolo totalmente silencioso, arrancando de raíz los pensamientos, —extirpando sentimientos, vaciando el cerebro de lo conocido y su sombra. —Esta meditación prosiguió durante una hora por el reloj.
Y era una meditación sin el meditador. El meditador interfiere con sus estupideces y vanidades, sus ambiciones y su codicia.—El meditador es el pensamiento que se nutre —en estos conflictos, y el pensamiento debe —cesar completamente en la meditación. —Estas son las bases, los cimientos para la meditación.

(Krishnamurti).

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