"Al perderte yo a ti Tu y yo hemos perdido: Yo por que tú eras Lo que yo más amaba Y tú por que yo era El que te amaba más. Pero de nosotros dos Tú pierdes más que yo: Porque yo podré amar a otros Como te amaba a ti, Pero a ti no te amarán Como te amaba yo". Ernesto Cardenal
La Nueva Tierra.
Hoy me he asomado al mundo, para sentir la ESENCIA de la vida, la vida en su experiencia mas pura, esa que nos habita totalmente cuando no nos comprime el sufrimiento o el miedo. Hoy me he asomado al mundo, y he visto corazones latiendo de esperanza y ojos que quieren ver tras los velos de un olvido tan largo, he sentido la añoranza de verdad que anhela nuestra alma milenaria. No podemos caer en la derrota como si esta existencia fuese tan solo una absurda nada. Florecerá por fin la nueva tierra y con ella un nuevo ser humano, sintamos confianza y alegría, alejemos todo atisbo de tristeza, y estemos ya preparados. ESTA AVENTURA COMIENZA. Carmen Roy.
Mi eterna ilusión.

La rosa mudable.
La rosa mudable.. Cuando se abre en la mañana. roja como sangre está. El rocío no la toca porque se teme quemar. Abierta en el mediodía es dura como el coral. El sol se asoma a los vidrios para verla relumbrar. Cuando en las ramas empiezan los pájaros a cantar y se desmaya la tarde en las violetas del mar, se pone blanca, con blanco de una mejilla de sal. Y cuando toca la noche blando cuerno de metal y las estrellas avanzan mientras los aires se van, en la raya de lo oscuro, se comienza a deshojar.. Federico García Lorca
"Así es como vagamos por el campo helado descalzos y con las manos vacías apenas humanos. Sorteando un desierto que aún no conocemos; aquí es donde el tiempo se detiene y no tenemos adónde ir”. Patti Smith
El mar.

«Para mi pobre cuerpo dolorido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido,
para mi amarga vida fatigada…
¡el mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar, y no pensar nada!»
Manuel Machado
«Es el Silencio»

«Hubo un momento en esa madrugada en que todo se quedó tranquilo, como si el cielo se hubiera juntado con la tierra, aplastando los ruidos con su peso…
-¿Qué es? -me dijo.
-¿Qué es qué? -le pregunté.
-Eso, el ruido ese.
-Es el silencio».
Luvina, de Juan Rulfo 💚
El día y la noche.
Poema sobre la vejez
¿Que cuántos años tengo? -¡Qué importa eso!
¡Tengo la edad que quiero y siento!
La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso.
Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso o lo desconocido…
Pues tengo la experiencia de los años vividos
y la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡Qué importa cuántos años tengo!
¡No quiero pensar en ello!
Pues unos dicen que ya soy viejo,
y otros «que estoy en el apogeo».
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice,
sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.
Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso,
para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos,
rectificar caminos y atesorar éxitos.
Ahora no tienen por qué decir: ¡Estás muy joven, no lo lograrás!…
¡Estás muy viejo, ya no podrás!…
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma,
pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños,
se empiezan a acariciar con los dedos,
las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en que el amor,
a veces es una loca llamarada,
ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada.
y otras… es un remanso de paz, como el atardecer en la playa…
¿Qué cuántos años tengo?
No necesito marcarlos con un número,
pues mis anhelos alcanzados,
mis triunfos obtenidos,
las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas…
¡Valen mucho más que eso!
¡Qué importa si cumplo cincuenta, sesenta o más!
Pues lo que importa: ¡es la edad que siento!
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por el sendero,
pues llevo conmigo la experiencia adquirida
y la fuerza de mis anhelos
¿Qué cuántos años tengo?
¡Eso!… ¿A quién le importa?
Tengo los años necesarios para perder ya el miedo
y hacer lo que quiero y siento!!.
Qué importa cuántos años tengo.
o cuántos espero, si con los años que tengo,
¡¡aprendí a querer lo necesario y a tomar, sólo lo bueno!
José Saramago
Ante ti – Carmen Conde.
"Porque siendo tú el mismo, eres distinto y distante de todos los que miran esa rosa de luz que viertes siempre de tu cielo a tu mar, campo que amo. Campo mío, de amor nunca confeso; de un amor recatado y pudoroso, como virgen antigua que perdura en mi cuerpo contiguo al tuyo eterno. He venido a quererte, a que me digas tus palabras de mar y de palmeras; tus molinos de lienzo que salobres me refrescan la sed de tanto tiempo. Me abandono en tu mar, me dejo tuya como darse hay que hacerlo para serte. Si cerrara los ojos quedaría hecha un ser y una voz: ahogada viva. ¿He venido, y me fui; me iré mañana y vendré como hoy...? ¿qué otra criatura volverá para ti, para quedarse o escaparse en tu luz hacia lo nunca?" Carmen Conde, Ante ti

Carmen Conde en la Playa de Somo (Santander), agosto de 1948.