La Voz del Silencio indica que el obstáculo más grande en el sendero espiritual es la Mente con su tendencia a «matar lo Real». Cierto es que lo Real no puede ser destruido, pero puede ser recubierto por las innumerables proyecciones de la Mente, y esto es exactamente lo que sucede.
(…) El libro pide al neófito que destruya al destructor, pero ¿puede la mente ser destruida?; si es así, ¿quién destruye a la mente? Ciertamente, la mente no puede ser destruida, se destruye a sí misma. H. P. Blavatsky dice: «La mente es como un espejo, junta polvo al mismo tiempo que refleja» . La única forma de mantener el espejo limpio y lustroso para que no distorsione la imagen es observar la acumulación del polvo. Es en esta observación que la mente se mata a sí misma. H. P. B. habla de la onda de la marea y de permitirle que se amortigüe. Es así que la mente llega a un profundo silencio donde en soledad ocurre «la Recta Percepción de las cosas existentes, el Conocimiento de lo no- existente.
Rohit Mehta, “El Silencio Creador”
