Cuento Sufí.

«Cuentan que, en cierta ocasión, mientras mi maestro, Djalal al Din Rumi, sumergido en un éxtasis de Amor Divino, recitaba poemas cargados de pasión, un extranjero que se sentaba entre nosotros no pudo contenerse y empezó a llorar, arrobado por la belleza de lo que estaba escuchando.

Cuando mi maestro terminó y abrió los ojos, el extranjero le preguntó:

– Oh señor, ¿Dónde ha encontrado la inspiración para escribir esos versos. – A lo que mi maestro contestó:

– En el mismo lugar donde tú has encontrado tus lágrimas -«

99 Cuentos y enseñanzas sufíes.

La Escalera de Oro.

H. P.. Blavatsky.

Una vida limpia, una mente abierta, un corazón puro, una inteligencia despierta, una percepción espiritual sin velos, un amor fraterno hacia el condiscípulo, una disposición rápida para recibir y dar consejo e instrucción, un sentimiento leal del deber hacia el Maestro, una obediencia voluntaria a los mandatos de la Verdad, un soportar valiente de las injusticias hacia uno mismo, una declaración de principios intrépida, una defensa valiente de los que son atacados injustamente y la vista siempre fija en el ideal del progreso y la perfección humana que la Ciencia Secreta nos enseña… Esta es la Escalera de Oro, y sus escalones llevan al estudiante hacia el Templo de la Sabiduría Divina…

Viola Jorge.

“La Libertad Primera y Última”.

Krishnamurti.

➖¿Tiene la vida sentido… un objeto? —¿No es el vivir en sí mismo su propio “objeto’, su propio sentido? —¿Por que queremos más? —El tremendo descontento con que vivimos nuestra vida es la causa de que ésta sea tan vacía, —tan vulgar, —tan monótona, —haciendo lo mismo una y otra vez; —deseamos algo más, algo que rebase lo que ya estamos haciendo». «No hay duda de que un hombre cuya vida es muy rica, un hombre que ve las cosas como son y está contento con lo que tiene, no está confuso; tiene las cosas claras y, por lo tanto, no pregunta cuál es el objeto de la vida. —Para él, el hecho mismo de vivir es el comienzo y el fin». «Nuestro problema, por lo tanto, es cómo hacer nuestra vida rica, no de dinero o cosas así, sino interiormente rica, lo cual no es nada misterioso. —Cuando decís que el objeto de la vida es ser feliz, es encontrar a Dios, ese deseo de encontrar a Dios es sin dudas una evasión de la vida». «La realidad sólo puede comprenderse en el vivir, no en la evasión. Cuando le buscáis un objetivo a la vida, en realidad os escapáis y no comprendéis qué es la vida. La vida es relación, acción en la relación; y cuando no comprendo mis relaciones, o cuando la relación es confusa, busco un sentido más completo. ¿Por qué estamos tan solitarios, tan frustrados? —Porque jamás hemos observado nuestro interior y no nos hemos comprendido».

Viola Jorge.

El Libro de la Vida – 30 de Abril.

La pasión sin cansa.

En el estado de pasión sin causa hay intensidad libre de todo apego; pero cuando la pasión tiene una causa,
hay apego, y el apego es el origen del dolor. Casi todos estamos apegados; nos apagamos a una persona, a un país,
a una creencia, a una idea, y cuando nos quitan el objeto de nuestro apego o éste pierde su importancia, nos
sentimos vacíos, insuficientes. Tratamos de llenar esta vacuidad aferrándonos a alguna otra cosa, la cual de nuevo
se convierte en el objeto de nuestra pasión
Examine su propio corazón y su propia mente. Yo soy tan sólo un espejo en el que se está mirando a sí
mismo. Si no quiere mirar, está muy bien, pero si desea hacerlo, entonces mírese claramente, despiadadamente,
con intensidad, no con la esperanza de disolver sus desdichas, sus ansiedades, sus sentimientos de culpa, 
sino a fin de comprender esta pasión extraordinaria que siempre nos lleva al dolor.
Cuando la pasión tiene una causa se convierte en lujuria. Cuando hay pasión por algo en particular -una
persona, una idea, alguna clase de realización-, entonces, de esa pasión surgen la contradicción, el conflicto, el
esfuerzo. Usted se esfuerza por alcanzar o mantener cierto estado, o por recapturar uno que ya ha sido y
desapareció. Pero la pasión de la que estoy hablando no da origen a la contradicción, al conflicto. No tiene relación
alguna con una causa; por lo tanto, no es un efecto.

30 DE ABRIL OCK - Vol. XIII
Krishnamurti.