Los libros – José Saramago.

«Dice José Saramago que los libros hay que abrirlos con cuidado, porque tienen dentro al autor, con toda su sensibilidad, con todo lo que le ha hecho ser único e irrepetible. Dice que hay que pasar la yema de los dedos por los lomos de los libros con un gesto cómplice, decirles a los escritores que no están olvidados y demostrarlo acudiendo a ellos, hoy un libro, mañana otro, para que no se desesperen mientras nos aguardan y nos reclaman. Esta biblioteca tiene gente en los estantes y Saramago pensaba pasar con ella mucho tiempo, venir a leer y conversar con sus contemporáneos o con quienes le habían precedido».


Fuente: Pilar del Río sobre la Biblioteca de José Saramago, en ‘A Casa’, Lanzarote

El Principito.

👑✨El Principito, he leído este libro muchas, muchas veces.
El Principito es un libro lleno de enseñanzas. Es una mina de enseñanzas. Antes que nada, nos enseña a mirar el mundo con el corazón, no sólo con los ojos. El viaje del pequeño príncipe es una metáfora de la búsqueda del significado de la vida. A través de sus experiencias, aprende que las cosas más importantes son el amor, la amistad, el cuidado de los demás y la responsabilidad hacia su planeta.
El principito conoce a muchos adultos. Estos personajes representan los vicios de la sociedad moderna: avaricia, vanidad, egoísmo, obscenidad.
También nos recuerda la importancia de soñar y mirar el mundo con asombro porque sólo a través de la imaginación podemos descubrir la verdadera belleza de la vida. El principito nos enseña que solos no se puede ser feliz. La verdadera felicidad radica en compartir con otros y construir relaciones profundas y significativas.
La obra maestra de Antoine de Saint Exupery contiene muchas otras reflexiones sobre diferentes aspectos de la vida, como la soledad, la muerte, la belleza y la responsabilidad. Su mensaje es universal y eterno.

El día, 6 de abril de 1943 fue publicada por primera vez, en inglés, la obra maestra «THE LITTLE PRINCE» de Antoine de Saint-Exupéry.
♥️👑🥹✨

Biblioteca Popular Sarmiento. Rio Ceballos.

SIDDHARTHA.

Hermann Hess.

«Ningún hombre es capáz de ver
hasta qué punto del camino
ha avanzado su prójimo:
en el ladrón y en el jugador de dados
aguarda un Buda,
en el Brahmán puede ocultarse un bandido. (…)
Por ello me parece bueno todo lo que existe:
la vida no menos que la muerte,
el pecado tanto como la santidad,
la inteligencia no menos que la estupidez».

El lobo estepario.

Y entonces te fuiste dando cuenta, de a poco, de que el mundo no te pedía acciones y sacrificios, que la vida no era un poema heroico con papeles protagónico y cuestiones por el estilo, sino una cómoda sala burguesa donde la gente estaba satisfecha con comer y beber, con tomar café y zurcirse las medias, con echar el tarot y escuchar la música de la radio.
Y quien desee lo otro, lo heroico y lo hermoso, quien lleve adentro la admiración por los grandes poetas o los santos, es un tonto y un Don Quijote.

Hermann Hesse,
El lobo estepario.

Vivir es un asunto urgente.

Es de capital importancia que, por una parte, desarrollemos agudeza sensorial para detectar a nuestro alrededor quién puede beneficiarse de nuestra ayuda y, por otra parte, que jamás nadie se avergüence de lo que es. Todos podemos cometer grandes errores y torpezas y, a pesar de ello, se puede ser duro con la conducta y suave con la persona. Si atacamos a la persona contribuiremos a que el problema sea mayor. Los verdaderos vínculos, la auténtica confianza y la complicidad sana y bella no se fraguan en medio de nuestros éxitos y de nuestros aciertos, sino cuando en nuestras caídas alguien nos da la mano para que nos levantemos.

Te invito a poner en práctica esta reflexión: la próxima vez que hables con alguien que esté atravesando un momento complicado, haz un esfuerzo consciente por escuchar más y hablar menos. Observa la diferencia que este pequeño cambio puede hacer, tanto en la manera en la que te sientes tú, como en la forma en la que se siente la otra persona.

Mario Alonso Puig.

Así habló Zaratustra.

«¡Ojalá fuera yo mas prudentel ¡Ojalá fuera tan profundamente astuto como la serpientel Pero pido imposibles. Por eso pido a mi orgullo que camine siempre junto a mi prudencia. Y si un dia la prudencia me abandona -¡ay, le gusta escapar!- que mi orgullo vuele junto a mi locura!»

«Este es mi gusto, no un buen gusto, no un mal gusto, pero si mi gusto, del cual no me avergüenzo ni lo oculto. Este es mi camino ¿dónde está el tuyo?»

Así habló Zaratustra,
Friederich Nietzsche

A LOS PIES DEL MAESTRO.

Hay muchos individuos para quienes la cualidad "CARENCIA DE DESEOS" es verdaderamente difícil, porque sienten que sus deseos son ellos mismos, y que si desechan sus deseos peculiares, sus gustos y disgustos, dejará de existir su yo. Pero esto les sucede tan sólo a quienes no han visto al Maestro. A la luz de su Santa Presencia se extinguen todos los deseos, menos el de igualarse a Él. Sin embargo,
antes que gocéis, de la felicidad de encontraros frente a frente con Él, podréis alcanzar,
si queréis, la "Carencia de deseos".
El Discernimiento os ha mostrado ya que las cosas que los hombres más desean, como la riqueza y el poder, no tienen valor alguno. Cuando esto no se dice tan sólo,
sino que se siente en verdad, cesa todo deseo de ellos.
Así pues, todo eso es sencillo; sólo se requiere que lo comprendáis. 
Pero hay algunos que cesan de perseguir los bienes terrenales, con el fin de ganar el cielo o alcanzar la
liberación personal del renacimiento; no debéis caer en este error. Si habéis olvidado al yo, no podéis pensar en la hora en que este yo sea libre o qué clase de cielo tendrá.
Recordad que todo deseo egoísta ata, por elevado que sea su objeto, y en tanto no os hayáis librado de él no estaréis enteramente preparados para dedicaros a la labor del
Maestro.

Krishnamurti.