No busques nada aparte del abismamiento puro y simple
en el bien oculto, puro y simple,
desconocido y carente de nombre,
que es Dios,
y en todo lo que en Él pueda revelarse.
Todo deberá orientarse en su Nada:
no saber nada,
no conocer nada,
no desear nada,
no buscar nada,
no querer tener nada.
¡No busques ni sensación ni iluminación!
Abísmate en tu no saber
y en tu no querer saber!
La profundidad que hay en Dios
es tan abismal
que toda la razón creada
será incapaz de alcanzarla
o sondearla.
Dicha profundidad, el ser humano deberá encontrarla en su propia profundidad:
esto es,en el abismo sin fondo
de un aniquilamiento insondable.
Lo que significa si pudiera
volverse por completo una pura Nada,
esto sería lo justo y adecuado.
Y esto tiene su origen en la profundidad
y en el conocimiento de su Nada.
Johannes Tauler
(Fraile dominico. S. XIII)
Maravilloso. Lo he reblogueado en mi blog.
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En el fondo es la realización de śūnyatā (la vacuidad) en la terminología budista. Así lo interpreto. Descrito de otra manera.
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Muchas gracias por tus visitas y tus comentarios, al final son interpretaciones de la misma idea. Gracias.
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