No somos juguetes de un poder ciego.

A quien el destino le acomete desde fuera, lo mata, como mata la flecha al animal. A quien el destino le viene desde dentro, desde su ser más íntimo, a ése lo reconforta y lo convierte en dios.

[…]

No somos juguetes de un poder ciego, externo a nosotros, sino de la suma de dones, debilidades y otras herencias que aporta el hombre. La meta de una vida sensata es oír la llamada de esa voz interior y seguirla en lo posible. El camino sería, pues: reconocernos y no querer juzgarnos y cambiar nuestro modo de ser, sino ajustar la vida a ese patrón que llevamos grabado de antemano como intuición.

-Hermann Hesse-

De Krieg und Frieden y Cartas Inéditas en «Lecturas para minutos»

Hermann Hesse en Español

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