La guerra y las guerras que nos rodean atentan contra la paz y nuestra paz interior. Ante esta situación, qué podemos hacer? Thich Nhat Hanh encontró una solución, mientras vivía la guerra de Vietnam y la llevó a occidente: Mindfulness, vivir el ahora con atención plena y conectar con nuestro interior mediante la meditación.
«Meditar no es huir de la sociedad: es regresar a uno mismo y ver qué está pasando. Una vez que hemos visto, debemos actuar. La plena conciencia nos ayuda a saber qué hacer y qué no hacer a fin de ayudar.» Cuando nos agreden sentimos ira y dolor, sufrimos, pero ese sentimiento no puede conducir a la paz. Por eso hay que meditar, encontrar la paz en nuestro interior y actuar desde ese sentimiento, que nos permite comprender, para encontrar soluciones.
Thich Nhat Hanh explicó que la guerra de Vietnam, como todas las guerras, se debía a que no tenemos el pensamiento correcto. «Dominados por el miedo y la ira, no comprendemos el propio sufrimiento ni el de los enemigos. Es la condición humana. La falta de comprensión nos convierte en víctimas. Ambos lados tenían ideas de cómo obtener la paz y la felicidad, pero no eran capaces de comunicarse.» Cuando comprendes el sufrimiento propio y ajeno, y aspiras a ayudar a los demás, nace la compasión, y comienza la sanación. «El sufrimiento es el barro en el que nace el loto”.
La forma de ser activistas por la paz es practicar el Mindfulness en nuestra vida diaria. «Como individuos podemos contribuir con nuestra energía a la colectiva”. No hay camino a la paz, la paz es el camino.
La maravillosa imagen, que invita a la reflexión, es de Banksy.
